miércoles, 28 de septiembre de 2016

La Despedida


“Lo tememos a la muerte porque la desconocemos, pero es tan sólo el sueño de una sola noche eterna” Algo así dijo Socrates en su apología cuando eligió la pena de muerte, allá por el siglo V AC.



Fue una sensación muy rara la de estar acarreando el cajón y recibir las instrucciones de cómo hacerlo. Raro porque en los últimos diez años, cuando estabamos en el mismo rango de distancia, el que daba las intrucciones de cómo hacerlo era vos, a veces de mala gana, otra de buena, otra de manera oportuna, otra de manera muy detallista y exagerada. La defenición perfecta de lo cascarrabia, que me hacía levantar cada mal humor terrible, pero que al fin y al cabo, no era otra cosa que sentirme identificado y darme cuenta que soy igual de hincha.

En este caso el instructor era el señor de la funeraria y más luego el empleado del cementerio...no obstante no pude evitar buscarle la ironía al asunto, dale Tano, ¿una última queja de despedida no va a haber? No era el momento, pero me divirtió mucha la idea. ¿Mecanismo de autodefensa? puede ser, nunca en mi puta vida había estado en un velorio y menos en un entierro, por eso no puede evitar meterme en esos mundos paralelos en los que generalemente me cuelgo. Imaginar que sucediera algo así como en esas películas subrealistas italianas de las que me hablabas....el tío quejándose de su propio velorio o quejándose de cómo lo llevabamos....algo así como la pelí de Kusturica gato negro, gato blanco...todo cuadraba. Pero no...No estábamos en una pelicula sub realista.

Yo sé que todos los que te recuerdan con una sonrisa, en estos momentos deben estar etiquetandome de mala persona, pero no, aguanten, ser cascarrabias no es algo negativo, genera un malestar inicial, pero no es algo para recordar mal. Ser cascarrabias es querer ayudar de una manera pasional, querer evitar que la otra persona se equivoque, es querer explicar algo a una manera específica, la única que quizá conocemos que no amenace contra nuestro mundo, no es soberbia es la forma más rápida de evitar errores, es casí como ser un bombero de las acciones ajenas. De hecho, la foto que elijo para este momento es muy significativa, no sos vos, no soy yo...es una mañana definida en una imagen...porque sí, lo grito a los 4 vientos, soy un pelotudo de 33 años que sigo viendo los cositos amarillos esos.



Una mañana de verano decidí relajame después de haberme enterado que no sabía dónde ni cómo hacer unas simples compras, o como cortar queso, ni alimentar a mi perro, ni secar el baño, ni cocinar zapallo o de que en vez de estar viendo que iba a ser del nuevo traje de Cristina o donde estaban los prófugos, estaba viendo dibujitos animados, como hace 24 años atrás volvía de la playa a las 4 de la tarde a ver esos dibujos japoneses que jugaban interminables partidos de futbol.

Un viaje en el tiempo en el que todavía me recordaban mi adicción a la coca cola y a los fichines. Una cagada a pedo, pero en la misma acción demostración de cuanto me conocían, una cagada a pedos, pero con moraleja. Filosofía en estado puro...Sócrates un poroto. Cuando pensé que estaba por armar las valijas e irme...miré ese capítulo de los Simpson y no pude evitarme reírme, Sí...toda la mañana resumida en una escena...estaba de vacaciones con ABE. No es negar la realidad....es despedir con una sonrisa a una persona que te arrancaba miles...hasta cuando te retaba.....