(...)Tucumcari...el monumento de la 66 era una síntesis delirante entre monumento Azteca y oropel automovilistico.
-¿Vale la pena fotografiarlo?. Preguntó Oscar
-No, respondió Mark
Oscar disparó igualmente, la cámara digital convertía la fotografía en una opción completamente virtual y gratuita, efímera, posible pero no definitiva. frustrante, en última instancia (...)
Máximo Manfredi. "La carretera". en: el complot contra los escipiones y otros relatos. Sudamericana, Buenos Aires, 2012. p 151
Un maestro, Manfredi. Sintetiza el uso efímero que se le da a una cámara digital... la memoria excesiva hace, sin duda, que saques la foto igual, total después la borras... o no, y termines teniendo gigas de fotos al pedo.
ResponderEliminarEl film era otra historia, 36 fotos como mucho, lo que te hacía pensar dos veces antes de disparar una foto, luego el revelado y la sorpresa de encontrarte con una foto oscura, fuera de foco o que simplemente no había logrado capturar el encuadre que se había fijado en tu mente.
Hoy le sacamos foto a cualquier cosa... pero bueh... quizá sea una suerte para los historiadores del mañana.
Además ( no sé si lo leiste el cuente este) cada una de las situaciones esta atravesada por la lucha entre pasado/presente, esto, es sólo una muestra.
ResponderEliminarsi, aguante la camara digital, el año que viene que arranco con la investigación, todos los documentos se fotografían....
además, que la flashee un poco, estaba volviendo de los analisis en La Plata por la autopista ( en una combi) mientras leía esto...y me acordaba de lo que hablabamos de la 66 en el verano...jejej
ResponderEliminar