martes, 23 de febrero de 2010

un viaje al norte: subida I







PROLOGO

un viaje al norte narra las venturas y desventuras sufridas en el marco de mi tercer viaje realizado a esta zona bellisima de nuestro país. Asimismo, es el resultado de la evaluación de 6 años, puesto que fue en el 2004 la primera vez que pisé suelo norteño; muchas cosas cambaron, otras quedaron como eran y en esa marea de cambios, encontré lo que buscaba, algo de paz y muchas historias de vida que ayudaron a encontrarlas, la escencia se mantiene y eso es lo que cuenta.

LA IMAGEN NO ES NADA

la fecha del viaje se me vino encima y yo no tenía nada preparado, mas que mi mochila y la bolsa de dormir. Nunca pensé en tener zapatillas adecuadas para caminar o comprarme una gorra para que el sol no me derritiera mi calva y debo confesar, que estos detalles, vinieron como por arte de magia, pero a la vez fueron los que hicieron de mi viaje una experiencia “careta”.
Dos días antes de partir, mi papa me trajo unas zapatillas de treking merrel que habian pertenecido al hijo de un amigo y el mismo día de viajar, encontre una boina blanca con la que decidí taparme del sol; esto, conbinado a mis nuevas gafas ( que debo reconocer que tienen mucho glamour) y pantalones vermudas tipo pampero, me convertían en la clásica figura del turista adinerado...nada mas lejos de la realidad, puesto que la guita no la cagó y me escasea.
La cuestión, es que la gente de dos ciudades, tantos del lugar como hippies cheek( que estos si verdaderamente tienen plata pero lo ocultan) como la gente del lugar, decidío dejarse llevar por las apariencia, y me me veian la cara a cada lugar que iba, decidiendome romperme el orto con lo que cobrabra así como así o mirandome de arriba a bajo como diciendo: flaco de donde saliste o mucho peor, lo hippies mirandote como diciendo, mira que hippi que soy, valgo mas que vos.
Ustedes dirán que yo soy un paranoico, pero no, mi novia, esta de testigo todo lo que sufrimos por esta pelotudes. El ejemplo mas claro, fue cuando decidimos ir en una combi a unas cataratas( no voy a decir nombres para no ofender) y el chofer, impunemente nos cobró 4 pesos cuando al resto de los ocupantes ( jovenes de 18 años) les cobro 3.
lamentablemente, la explosión del turismo, viró las cosas hacia el lado material, no afirmó que todas las personas son así, pero fue tan repentino todo, que estan hartos de recibir gente y gente, pero bueno, yo creo que uno podría detenerse a pensar que no todos somos iguales y que a veces las apariencias engañan. Eso sucedió, mas arriba, pero bueno, no nos apuremos o correremos el riesgo de apunarnos.

3 comentarios:

  1. jajajaja
    será porque lo primero que nos impacta es la apariencia? xD
    la próxima te recomiendo una gorrita desteñida al sol xD

    saludos

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  2. jajaj, gracias! ya aprendí la lección, la porxima me voy a preocupar un par de días antes...

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