viernes, 14 de octubre de 2011

el bar

BAJO la mirada atenta de lo que nosotros suponiamos que era mafiosos y transas de caseros, jugabamos al pool con mis amigos en una vieja mesa, mientras fumabamos unos cigarros y deliberando ver la mejor forma de pedir una cerveza, hecho que no sabíamos si los iba a irritar, porque ser malandrines no suponía vender alcohol a menores o simplemente, porque los sacaríamos de su juego de cartas un martes por la mañana. digo mañana, podría decir tarde, pero nunca noche, porque después de las ocho, no nos atreviamos a entrar, digo, eso se caía de maduro y una vez que quisimos hacerlo, una decena de gritos nos hizo comprobar cientificamente que estabamos en lo cierto, a la noche, no se podía entrar a jugar a menos de ser conocido.
hoy el bar sigue abierto, con las mismas personas y la misma mesa de pool, pero al lado, se erige majestuoso uno de los tantos super chinos de la zona de caseros. pero este chino es diferente a lso demás, es eso, o ya estan integrados a nuestra vida, que por lo menos yo, los veo mas felices y con mucha ganas de interactuar. que se yo, nunca me provocaron anti patia como a la mayoría de la sociedad argentina, debe ser, que yo viví palpable el hecho de tener familiares inmigrantes que respeto a todos ellos, porque al fin y al cabo, somos todos seres humanos.
en fin, de los chinos se habló mucho y uno de las cuantas cosas, ademas de ser sucios y vender cosas vencidas, esta el mito de que son cerrados...bueno, esto es algo que en caseros no pasa, en la entrada anterior, les demostre como la china de la vuelta de casa me habla a mi y a mi CONCU, como un vecino mas, y en esta entrada, les voy a contar del chino mas copado que conozco.
ya desde que llegó su atuendo audaz y moderno desencajaba en la caja del supermercado, atuendos que le provocaban la incentivación de todos los provedores, a salir esa noche de joda, cuestión que el la aceptaba con humor y decía, si vamos. yo sentía que venía algo groso, desde que hace un par de semanas, cuando lo vi bajar con una delegación de chinos al club para jugar al basquet. eso groso, es que en la puerta del super, tiene un aro de basquet, donde intenta enbocarla de todas maneras ante la mirada de los vecinos...pero eso no queda ahí, la mejor imagen me la regaló la semana pasada, el miercoles de primavera.
yo venía en bicicleta y al pasar por la estación de servicio de la esquina, advertí, que estaba nuestro amigo chino, pidiendole cambio al encargado de la estación...en una mano, tenía un racimo de flores, en el otro el billete y enfrente suyo, un gran espejo ( el vidrio del drougstore) donde se acomodaba su flequillo una y otra vez...un capo...realmente, un capo...

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