miércoles, 28 de abril de 2010

un viaje al norte: episodio VIII







La frontera

cuando cruzamos a bolivia nos preguntaron si ibamos de paseo a villazón o seguiriamos subiendo. La cuestión fue que como paseamos en villazón, solo nos pidieron documentos y nos dejarón pasar. Nos entregamos a los excesos consumistas comprando todo lo que se nos cruzaba a la vista, en total, entre los dos, habremos gastado unos 300 pesos en ropa y presentes, puesto que el peso boliviano respecto al argentino es casi la mitad.
Cuidadosamente, al volver, dividimos las cosas en las mochilas, puesto que solo se puede pasar 150 dolares por personas, pero al llegar nos llevamos una sorpresa, nos dejaron pasar sin revisarnos porque eramos de buenos aires.



Miré a mi derecha, una veintena de comerciantes, dejando todo lo que tenían en sus bolsos para que le cobren la visa o le encuentren algo de drogas, miré a mi izquierda, eleve la vista, 50 hormiguitas de colores, pasaban de un lado al otro con la espalda cargada de cosas y es así como entendí la razón verdadera, lo que no interesa pasa por arriba, lo que si, es sigilosamente investigado. No culpo a las pobres personas qu etrabajan de eso, simplemnte condeno a los hijos de puta que lo hacen trabajar de eso, pasando seguramente su negocio por arriba, tratando de sacar la maxima tajada por abajo, ¿ves que las fronteras no deberían existir?




Welcome to tilcara

volvimos a tilcara, otro lugar que sufrió la popularidad, pero que no perdió su belleza, habiamos planeado tres días, pero terminaron siendo dos.
Llegamos en pre carnaval, un viernes furioso, donde vimos desfilar a mas de 4 agrupaciones carnavalescas, todas con sus instrumentos, cohetes y caras enarinadas. Yo le había contado a gaby que en tilcara la policia despues de la dos de la mañana te echa de donde estes, así que decidimos hacer una apuesta y quedarnos en la plaza hasta que ello ocurriera. Obviamente, el cansancio pudo con nosotros y nos fuimos a dormir a nuestra habitación compartida. Ustedes se preguntaran porque hago incapie en esto de compartida, simple, porque nosotros aceptamos esa habitación, esperando que alguien la ocupara, claro, si los dueños del lugar no sabían como hacerlo, no era culpa nuestra, la experiencia de purmamarca nos demostraria que no estabamos tan errados.



No nos echaron de la plaza pero si nos hecharon de tilcara y del camping. Al otro día, cuando ibamos a pagar el lugar, nos enteramos que la pieza estaba reservada y que nos teniamos que ir. Osea, no nos reacomodaban ni nada ( sin ir mas lejos teniamos una carpa para tirar) nos teniamos que ir.



Señora, venimos de la capital de la mentira, ¿usted se cree que nos comimos el verso? Dia tras dia, caian grupo de 4 personas y nosotros pagamos la consecuencias de ser dos pero para que no se note nos invitaron a abandonar el camping. ¿Porqué me molesta? simple, la gerenta del lugar era mas porteña que la aduana de buenos aires y fiel a su estilo mando a sus empleados ( lugareños) a cumplir el trabajo sucio.



No nos fuimos sin antes montar una escena de enojo pero ya no habia nada que hacer, en 40 minutos el micro salía a purmamarca.


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